Viaje al Chirripó

viernes, 5 de agosto de 2011

La residencia

Al inicio es como un punto lejano en el firmamento, un objetivo más por alcanzar en la vida, una constante lucha, un inmenso sacrificio, algunos momentos tristes pero muchos alegres y satisfactorios, un aprendizaje diario, en lo académico, lo social y para la vida.

Después el tiempo empieza con su avance lento, solapado, disimulado y al volver la vista atrás se da uno cuenta que ya pasó un año.

Luego viene un momento de duda, desesperanza, indecisión; pero de mayor seguridad en uno mismo, ya un poco acostumbrado a las distintas situaciones que día a día debemos enfrentar como residentes. De nuevo un año más.

Ya para el tercer año le "agarra uno el toque", aunque no del todo, a la cambiadera de rotación mes a mes; cuando ya uno se está acostumbrando a la manera de trabajar de determinado servicio, se sabe los nombres de casi todos los que integran el equipo y va "sobre ruedas", sorpresa: mañana empieza rotación en otro lado. Ni modo, a echar pa' lante que de por sí eso ha sido desde el principio.

Y al fin llega el cuarto año "más antes que después". Empieza el entusiasmo, la felicidad, las carreras con la bendita tesis, que de paso ya tiene uno más del año de estar en eso, el "susto" porque en el día menos pensado uno se da cuenta que ya casi acaba, y "ahora sí papá, le toca a usted solo, ya no es residente...", entonces cada paciente es una oportunidad para aplicar todos los conocimientos adquiridos y aprender aun más. Avanza, avanza y avanza el año, pero uno siente como que no, como que está estancado, no pasa el condenado tiempo. De pronto, presentación de tesis, examen oral (y ¿de dónde, de parte de quién?, que raro a estas alturas y nos hacen examen oral; como buenos marineros, que no capitanes, a echar pa' lante, estudiar y cumplir con un requisito más), ir cerrando cada caso de seguimiento, despedida por aquí y por allá, las vacaciones (excelente), que se acaban y ya un buen día está uno como buen asistente... (ah y falta el examen oral, me lleva...).

Pero al fin, eso es lo bueno de la residencia, SE ACABA!!!!